miércoles, 8 de mayo de 2013

POR VENIR: AMORES AL MARGEN, DE YOKO OGAWA

Por venir, así, separadito, porque quiero hoy hablarles de una novedad que todavía no ha llegado, que está a puntito de salir, que pronto llegará, que está por venir. La novedad en cuestión es una obra de Yoko Ogawa que pronto podrán tener en sus manos y en sus ojos, traducida al español y editada por Funambulista (una de nuestras editoriales queridas como pueden recordar mirando aquí).

Tuve la suerte de tener el libro antes que ustedes (privilegios del oficio) y quiero ponerles aquí algunas cositas para que sepan, desde hoy, que una gran obra está por venir. Les cuento:

Amores al margen, de Yoko Ogawa, editorial Funambilista, año 2013.

Unos días antes de exhibirse en forma de libro llega a mis manos un cuadernillo con el último texto traducido a nuestra lengua de Yoko Ogawa, autora de La fórmula preferida del profesor, El embarazo de mi hermana, y La piscina entre otras excelentes novelas. El nuevo texto lleva por título Amores al margen (bellísimo título a mi parecer), y cuando me sumerjo en él presiento que me va a gustar, y así es.

Amores al margen es una novela con pocos personajes (pocos protagonistas nombrados) y mucha sensibilidad. Una novela en la que importa tanto lo que no se dice como lo que dicho está. Una novela que envuelve e invita, que se repite tras la primera lectura, que hace pensar.

Ella, la mujer que narra, tiene unos oídos distintos y por eso considerados enfermos:
"-Por la mañana me despertó un sonido extraño. No se trataba de un sonido habitual de la vida diaria, era algo mucho más extraño. Estuve escuchándolo un ratito en la cama, y luego intenté compararlo a todo tipo de ruidos que yo conocía. Y acabé suponiendo que se trata de una flauta travesera, no de metal sino de madera, como las que se usan el música de corte Gagaku."
Y son sus oídos, sus orejas, protagonistas del relato.

Él, el hombre nombrado Y, el hombre que escribe, tiene unos dedos especiales capaces de escuchar y plasmar:
"Él no podía transcribir más que palabras. Me preguntaba cómo habría transcrito mi gesto."
Y sus dedos son protagonistas del amor.

El otro, Hiro, el sobrino político, aparece y desaparece con comida, dinero, palabras, rutas. Con realidad:
"-¿Cómo están tus oídos?- preguntó cuando, al volver yo de la cocina, me senté. Vi que se preocupaba por mí sinceramente."
Y es su presencia una realidad necesaria.

Apenas tres personajes, la ciudad nevada, el tiempo detenido y con una prosa delicada y precisa Yoko Ogawa nos cuenta una extraordinaria relación, amorosa y sanadora entre los dedos de Él y los oídos de Ella.
Amores al margen. Amores que indagan en el sentido de la vida y en el papel de los sentidos. Amores entre partes olvidadas, entre sentidos perceptores del mundo, entre espacios habitados, entre tiempos vividos. Amores hechos de memoria y de esperanza. Amores que casi mediando el texto se presentan así:
"La noche avanzaba y el vino menguaba despacio. Yo estaba algo bebida y el corazón me palpitaba. Me dije que sí, que mientras Y quisiera quedarse no pasaba nada porque yo olvidase todos mis recuerdos de otros dedos.
Hablé lentamente para disimular los latidos de mi corazón.
-Así es. Pero nunca me preocupo por la finalidad de mi trabajo. Puede que la taquigrafía de esta noche sea mucho más interesante que la mesa redonda de políticos de esta mañana, pero no voy a discutir sobre este asunto. Mi bolígrafo no lo mueve la finalidad, sino las palabras que flotan en el espacio que hay ante mis ojos -comentó.
-Ahora que lo conozco tengo la impresión de saber qué necesito para convertirme en taquígrafa.
-¿Por ejemplo?
-No discutir sobre asuntos sin importancia.
-Sí, puede que esa sea una condición imprescindible. ¿Y qué más?
-Saber pasar desapercibido. Tener buen oído. Ser paciente. Tener unos dedos bonitos.
Me escuchó con atención y estalló en una carcajada.
-Es increíble. Con eso, usted también puede convertirse en una gran taquígrafa.
-Imposible, tengo los oídos enfermos.
-No están enfermos. Tienen su propio universo. Un universo precioso que ha sido preparado únicamente para ellos, decorado con paisajes, plantas, instrumentos musicales, alimentos, tiempo y memoria -dijo, conservando la sonrisa en el rabillo de los ojos.
No comprendí del todo sus palabras, pero su voz era tan dulce que asentí vehementemente como si lo hubiera hecho. Poseía una dulzura almibarada, como yo nunca había oído.
Brindamos otra vez."

Amores al margen. Amores fundamentales.

Una obra que merece la pena degustar.





No hay comentarios:

Publicar un comentario